jueves, 16 de julio de 2015

MTB 2015: Vuelta al Macizo Oriental o de Andara - Picos de Europa

16 de Julio de 2015

¡  K a ñ a   a   l a   T r e k   2 0 1 5  !

Lo que en principio iba a ser una ruta desde el Teleférico de Fuente Dé hasta Potes, por Bejes y el Collado Pelea (similar a esta de 2013), se convirtió finalmente, inspirado por ADN Astur, en algo todavía más duro, principalmente por los fuertes desniveles de ascenso.

El objetivo era ahora intentar dar la vuelta al Macizo Oriental de Picos o de Andara. La parte más retadora para mí era enlazar todos las pistas del Valle de Liébana entre Cabañes y Mogrovejo, un auténtico laberinto de pistas y caminos entre bosques, que además pillé parcialmente con niebla. Desde Mogrovejo tenía que coger los caminos que llevan a Áliva y, cuando enlaza con la pista de Espinama a Áliva, ya era terreno conocido para mí.

Con estos condicionantes, decidí plantear la jornada como una jornada de orientación. Se imponía elegir un punto de partida que me permitiese abandonar y volver al coche en caso de que no consiguiese enlazar todas las pistas del Valle de Liébana hasta Áliva. El punto elegido de salida fue Cabañes, en caso de abandono, siempre podría descender al valle y alcanzar de nuevo Cabañes por carretera, además Cabañes es el fin del fuerte descenso desde el Collado Pelea, por lo que, en caso de completar la vuelta, es un punto perfecto de retorno al coche.

El pequeño inconveniente de esta jornada de orientación es que tenía pocas herramientas para orientarme, sin mapas, sin brújula, sin GPS, y con un móvil que le falla la batería y se reinicia cada dos por tres. Decidí tirar con lo poco que pude preparar, a ver qué tal, el móvil con OruxMaps, unos mapas del IGN, el track, y la descripción de ADN Astur que cargué en el móvil, y una batería externa bien gorda, que até con una goma al móvil. Resultó un engendro un tanto incómodo de manejar, dado que no lo pude sujetar a ningún sitio y finalmente acabó en un bolso de la mochila, pero ayudó a ir resolviendo.

La ruta realizada, con el enlace a Wikicoc  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10819540Nueva imagen (1)

Nueva imagen (3)Unos 61Km recorridos, entre cotas 500 msnm y 1.500 msnm, y desniveles acumulados entorno a 3.000 m, tanto ascendentes como descendentes. Realizado en un total de aproximadamente 13 horas, con paradas incluidas.

… Y COMENZÓ LA (DES)ORIENTACIÓN …

Se trata de ir resolviendo la parte desconocida de la ruta: Cabañes – Colio – Viñon – Puertos de Ullances - Brez – Tanarrio – Redo – Mogrovejo – Áliva. Se impone en cada cruce de caminos –y os aseguro que hay muchos-, confirmar que has cogido el desvío adecuado y que no te has desviado del track guía. Probablemente haya más combinaciones para resolver el itinerario, no puedo confirmarlo, pero sí puedo asegurar que hay una probabilidad muy alta de ir por donde no debes.

De Cabañes a Colio resolví bien, chequeando únicamente que había cogido la pista adecuada. De Colio a Viñon, primera corrección, subí a La Parte, pasando de largo la pista, según las indicaciones de una Señora que salió a saludarme hubiese seguido subiendo, pero, GPS en mano, ya no estaba sobre el track, así que media vuelta.  Viendo los mapas del IGN hubiese podido seguir, saltándome Viñon y enlazando con los Puertos de Ullances.

En Viñon empieza un largo recorrido sin pueblos, hasta llegar a Brez, únicamente te encuentras con explotaciones ganaderas y sus pistas que suben desde los pueblos y que van enlazando y entrecruzándose, … un laberinto. Fui avanzando empleando mucho tiempo, dado que en cada cruce toca chequear que elijo la desviación adecuada –y hay muchas-.  El momento más delicado fue pasando la explotación de Osmelián, donde ninguna de las pistas era la que correspondía.  Fruto de la desorientación acabé yendo en dirección contraria, hasta que me mosqueó ir reconociendo trozos del camino por los que creía haber pasado, … algo raro estaba pasando.  Me acordé entonces del sendero que describía la ruta para enlazar pistas, a ver si esas pisadas de vaca, marcadas en el barro, que se adentraban en el bosque, entre la maleza, van a ser la entrada al sendero. Y así era, ese era el camino para seguir en el track, lo que explicaba que todas las pistas alternativas que probé fuesen erróneas. Me llevó un buen rato y bastante desesperación resolver la ruta en este punto.

El sendero tampoco era del todo transitable, pero fui avanzando como pude hasta la explotación de Viesca donde enlaza de nuevo una pista. Seguí cruzando la Canal de Las Arredonas, una buena esquiada invernal, ahora visible como el Río Burón; y continué por pista hasta Brez.

El enlaze Brez, Tanarrio, Redo, Mogrovejo, es bastante más corto y previsible. Llegué a Mogrovejo prácticamente a mediodía, había empleado casi cinco horas desde la salida, lo que era un malísimo indicador horario para pretender finalizar la ruta. El día estaba siendo además extremadamente caluroso, lo que tampoco resultaba favorable. Además, durante todo el itinerario anterior  te encuentras rampas extremas “rompe piernas”, que ya iban mermando las condiciones físicas, y quedaba aún el durísimo ascenso hasta Áliva.

Se imponía pues tomar una decisión crucial, continuidad o abandono, sabiendo que este era el punto de no retorno; si continuaba, prácticamente descartaba la opción de volver al punto de partida por carretera. Tan importante decisión no podía tomarla solo, así que decidí tomarla con una cerveza en la mano, mientras comía algo para reponer fuerzas. En el bar coincidí con unos lugareños en acalorada conversación sobre el caluroso día que hacía, algún comentario hicieron cuando me vieron entrar sudoroso. Cuando les dije que estaba pensando subir hasta Áliva quedaron sorprendidos y me advirtieron que pasado un punto no encontraría sombra alguna.

Con ánimos renovados decidí continuar hasta Áliva. La subida resultó larga y dura, tocó echar el pie en algunas rampas para dosificar un poco el esfuerzo. Allá por la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, ya en Áliva, y antes del descenso por las Vegas del Toro hasta Sotres, realicé una breve parada. La ermita estaba en reparaciones aprovechando la climatología estival. Aquí realicé las únicas fotos del recorrido.

¡Por fin el Áliva!DSCN7416DSCN7415DSCN7417

Toca ahora el largo descenso hasta las Vegas del Toro o de Sotres, bastante pedregoso, pero bien … hasta que, pasadas las invernales, empiezo a notar que la bicicleta se va de atrás.  ¡Mierda!, he pinchado de manera irreversible, ni tubeless ni leches, la rueda está prácticamente sin aire y no consigo hincharla con la bomba.

Nuevo dilema, pero ahora ya no hay opción de retorno. En un primer momento me planteo llegar andando hasta Sotres y tratar de reparar allí, pero cuesta avanzar con la bici arrastras, así que, aprovechando la sombra de un bloque de piedra, improviso el taller. La reparación fue relativamente rápida, llevo una cámara de repuesto que coloqué sin demasiada dificultad, tras quitar la válvula tubeless, que suele ser el punto crítico de estas reparaciones. Ya no tengo más cámaras de repuesto, así que me toca jugármelo a la única opción. El tiempo va pasando y ya se está haciendo demasiado tarde, si la reparacíón aguanta la idea es continuar, si no, siempre queda pasar la noche en Sotres y al día siguiente ya veremos.

Tras una breve pausa en Sotres, continuo, ahora por carretera, hasta el Jito de Escarandi, donde se coge de nuevo la pista hacia Bejes. A diferencia del recorrido que hicieron ADN Astur, yo esta vez no subo hasta Andara. La prioridad ahora es llegar al coche en Cabañes, quedan pocas horas de luz, y un recorrido todavía largo por hacer, con la dificultad de enlazar “monte a través” la pista de Bejes con la que baja a Cabañes desde el Collado de Pelea. La ventaja en este caso es que este recorrido ya le conozco de la ruta de 2013.

A pesar de conocer el recorrido, la subida desde los Hornos de El Dobrillo hasta el Puerto de Las Brañas se me hace muy dura, echando de nuevo el pie a tierra. En este caso la travesía “monte a través”, entre arbustos y pedruscos, con la bici a cuestas, la hago de manera más rápida y efectiva, evitando sobreesfuerzos innecesarios. Respiro más tranquilo una vez alcanzados los prados, lo que queda es más sencillo, y, si no hay más imprevistos, podré hacerlo todavía con luz.

Alcanzo sin dificultades el Collado de Pelea, y, desde allí, el descenso hasta Cabañes por la pista de cemento, es rápido.

He llegado a Cabañes anocheciendo, sobre las diez de la noche, con lo que estimo que he tardado un total de aproximadamente 13 horas con las paradas e imprevistos incluidos.

La máquina también ha llegado rodando y, aparentemente, en condiciones de seguir haciéndolo, pero ¡atención!, pronto descubro que la cámara de repuesto que he mondado también está pinchada por lo pinchos que ya tenía la cubierta y que se han ido clavando bote tras bote.

Cansado, pero contento, me vuelvo para casa. Con parada en La Hermida para tomar la cerveza de recompensa.  Con qué poco nos recompensamos algunos, aunque bien sabéis que la verdadera recompensa va por dentro.

 

Algunas conclusiones y aprendizajes de este recorrido.

No te fíes de “los máquinas”. En mi caso había muchos contras para que mi ritmo fuese más lento, pero es razonable también valorar si uno tiene la preparación suficiente, física y mental, para hacer actividades de dificultad, muchas veces presentadas en la internet global como fáciles o asequibles.  Mi tiempo total ha sido de unas 13 horas, el de mis inspiradores de ADN Astur de 10 horas aproximadamente, si bien es cierto yo no subí hasta Andara variando ligeramente la ruta.

No te fíes de la valoración de dificultades. Me había llamado la atención el debate sobre si esta ruta era totalmente ciclable o no (exceptuando claro, el tramo “monte a través” pasado el Puerto de Las Brañas). Yo eché el pie al suelo en todos los tramos, en rampas fuertes entre Camaleño y Brez, en la subida a Áliva, en la subida al Puerto de Las Brañas, y lo hubiese echado probablemente también en la subida a Andara que era uno de los puntos concretos de discusión. Pero ello no resta interés a la ruta ni merma la satisfacción de hacerla.

¡Atención a los pinchazos y a las reparaciones tubeless!. Si en ruta tienes un pinchazo en las cubiertas tubeless lo suyo es poner una cámara para poder continuar. Pero ¡atención!, si la cubierta ya lleva pinchos, los botes los irán clavando y muy probablemente perforen también la cámara. No hagas como yo, y dedica unos minutos a mirar detenidamente el exterior de la cubierta, mientras la palpas el interior, detectarás pinchos muy probablemente, extrae todos los que puedas, disminuirás drásticamente la probabilidad de pinchar también la cámara.

¡ Nos vemos por las montañas !