Circuito Bujaruelo Vignemale, por puertos de Los Mulos y Bernatuara

Actividad realizada el 29, 30 y 31 de Julio de 2008

Circuito circular de tres jornadas, partiendo de Bujaruelo (1.338 m) por el valle del río Ara para pasar a Francia por el Puerto de Los Mulos, descenso al valle de Gaube y  remontada hasta el refugio de Bayssellance (2.651 m). Desde allí, un día por las nubes visitando el cresterío del Vignemale: Pique Longue o Vignemale (3.298 m), Petit Vignemale, Cerbillona, Montferrat, etc. Retorno por los valles de Ossoue y Canau para cruzar a España por el Puerto de Bernatuara.

Os cuento la crónica del recorrido, datos técnicos, y comparto alguna foto con vosotros.

Puedes ver aquí un slideshow del recorrido (F11 pantalla completa).

Puedes descargar el track del recorrido desde wikiloc.

Jornada 1 - La cara Norte

29 de Julio de 2008. Esta pasada medianoche he llegado a Torla con el tiempo justo para cenar una pizza y dirigirme a Bujaruelo a buscar "alojamiento". Improviso un vivac junto a una de las casas en desuso, la noche es cálida, por lo que paso incluso calor.

Recojo con el amanecer, ultimo la mochila y, tras desayunar en el refugio de Bujaruelo, emprendo mi camino hacia el fondo del valle del río Ara. Parto de San Nicolás de Buajruelo (1.338 m) a eso de las 7:30, mi destino es pasar a Francia por el Puerto de los Mulos (2.591 m) para alcanzar, ya en la vertiente francesa, primero el refugio de Oulettes de Gaube (2.151 m) y después el refugio de Bayssellance (2.651 m).

El valle del río Ara es largo, muy largo, así que, paso a paso, voy haciendo camino, primero por pista, después por senda  y después, por camino menos marcado, siguiendo algún hito. Para alcanzar el Puerto de Mulos hay que llegar hasta el fondo del valle, hasta enlazar con la alta ruta pirenaica (HRP) que viene del refugio de Marcadau-Wallon por el Coll d´Arratille; pero, como el camino se hacía muy largo, y la cabra tira al monte, me dirigí hacia lo que parecía el primer paso practicable, que resultó ser el Col des Oulettes (2.600 m). Por este collado se alcanza también la vertiente francesa y se enlaza con la HRP que nos lleva a Oulettes de Gaube, camino menos evidente y marcado, pero practicable. Desde el Col des Oulettes se divisa ya el refugio al fondo del valle, pero hay que descender aún casi 500 metros para alcanzarlo. Desde el collado y durante todo el descenso, las vistas a la cara norte del macizo de Vignemale son espectaculares.

Llego al refugio de Oulettes de Gaube aún en horario francés de comida, por lo que aprovecho para comer unos huevos con patatas y jamón, que, aunque no está tan bueno como el nuestro, me supieron a gloria y me permitieron reponerme. Atentamente el guarda atendió mi petición para llamar al refugio de Bayssellance para hacer la reserva, dado que yo no había conseguido contactar; afortunadamente me confirman plaza para un día, para el siguiente está completo :-(.

La grandiosidad de este paraje, comparable al gran circo de Gavarnie, me atrapó durante más de una hora, durante la cual fui escudriñando los entresijos de este gran macizo. Ante mí el Petit Vignemale (3.032 m) y su glaciar colgado, el Glaciar des Oulettes, el gran Vignemale o Pique Longue (3.298 m) y el "Couloir de Gaube", impresionante corredor que, en buenas condiciones,  nos permitiría salvar esta cara norte en vertiginoso ascenso ... pero ¿de verdad se sube este corredor? -desde aquí parece totalmente vertical-.

Pero es necesario continuar, ascender otros 500 m hasta el refugio de Bayssellance ... si los acabo de descender, que injusto ... es la montaña. Este último tramo resulta duro y costoso tras lo que ya llevo a la espalda, pero, con constancia, voy superando el desnivel. Afortunadamente se siguen disfrutando de unas margníficas vistas de la cara norte hasta la "Hourquette d´Ossoue", desde la que ya se divisa muy cercano el refugio. Llego al refugio sobre las 17:30 tras 10 horas de recorrido, la reserva está confirmada y la cena prácticamente lista. Aún tengo tiempo de asearme y de admirar las magníficas vistas que ofrece la cara norte del macizo de Monte Perdido al atardecer: el circo de Gavarnie y su cascada con El Cilindro y Monte Perdido a un lado, El Casco y El Taillón al otro, y la omnipresente Brecha de Rolando, sutil abertura que comunica el Parque de Ordesa con el Parque de los Pirineos en la vertiente Francesa.

El recorrido total me ha supuesto unas 10 horas, en las que he ascendido un desnivel acumulado de casi 1.600 m y recorrido unos 24 Km, lo calificaría de largo y duro para una jornada. La primera parte del recorrido, hasta el Col des Oulettes lleva unas 5 horas, y 6 horas hasta el refugio de Oulelettes de Gaube. Se pasa por la cabaña refugio de Ordiso, hasta la que llega la pista, por la Cabaña del Cerbillonar y próximos a la Choza de Batanes, la cual no conseguí localizar. En nuestro recorrido dejamos a nuestra derecha el corredor de la Moskowa, ruta exigente que nos permitiría atacar el Vignemale desde Bujaruelo con regreso en el día (7:30 horas desde Bujaruelo - solo ascensión según referencias-).

Desde Oulettes de Gaube hasta el refugio de Bayssellance tenemos unas 2 horas y media adicionales, a las que añadir 1:30 horas de descanso en Oulettes de Gaube, lo que nos pone en unas 10 horas totales de recorrido.

 

Jornada 2 - Un día por las nubes

30 de Julio de 2008. Es el día de hacer cumbre en el Pique Longue (o Vignemale) y recorrer el cresterío (Clot de la Hount, Cerbillona, Pic Central, Montferrat y Petit Vignemale), sin prisas, he reservado todo el día para estar por las nubes. Tras pasar una buena noche en Baysellance y desayunar en segundo turno (6:30), ultimo la mochila de ataque y emprendo la jornada. Amanece con no muy buena pinta, tenemos niebla a 2.600 y un día incierto. Pero como hoy es el día y tan pequeño contratiempo no me va a hacer cambiar de idea, emprendo el camino hacia el Glaciar de Ossoue, desde cuyo plateau se accede al Vignemale (vía normal) y a todo el cresterío del macizo.

Inmerso en la niebla, piolet en mano (y crampón en pie), voy atravesando el glaciar, a media altura me uno a "los maños" con los que he compartido desayuno un rato antes, y continuamos juntos. Han pasado unas dos horas desde la salida del refugio e intuyo que algo no va bien; estamos ascendiendo por unas palas excesivamente inclinadas, con mixtos de roca, incluso nos hemos enriscado en un punto ... algo no va bien, esta no es la travesía glaciar que he leído. Y efectivamente, algo no iba bien, una cordada francesa nos saca de la duda, estamos a punto de alcanzar la cresta que conduce al Montferrat. Lo que ha sucedido es que en un punto de la ascensión, entre la niebla, hemos optado por "la directa" (dirección W), en vez de girar ligeramente hacia NW trazando una amplia curva que nos lleva al plateau por terreno menos complicado.

Y valió la pena. Ya en la cresta del Montferrat el milagro se hizo, un ligero viento, la niebla desaparece y ¡voila!, ante nosotros el Pique Longue, majestuoso, y el inmenso plateau del Glaciar de Ossoue. A partir de este momento disfrutaríamos de un magnífico día , con sol, ligero viento y nubes juguetonas que se enredaban y desenredaban entre picos y valles -un día por las nubes-.

Pero aún no he conseguido ninguno de los objetivos del día, para el principal, el Vignemale o Pique Longue (3.298 m), aún queda la travesía de todo el plateau en dirección NW. Alcanzo la base del Vignemale en unas 3 horas desde el refugio; ahora toca una larga trepada por roca algo descompuesta pero con poca dificultad técnica, suponiendo los mayores riesgos la acumulación de gente y la caída de piedras. Opto por trazar la trepada ligeramente a la izquierda de la parte más transitada para evitar estos riesgos y, en unos 15 minutos, alcanzo la cumbre.  S e n c i l l a m e n t e   m a g n í f i c o. Como soy de los que me gusta disfrutar de las cumbres, dediqué 45 minutos a escudriñar todos los detalles del grandioso panorama que desde allí se divisa. ¡Mérde! la batería de mi cámara falló y no tengo foto de cumbre y las que quedaron en enviarme "los maños" tampoco ha llegado. :-(

Desciendo tratando de evitar el trazado más habitual, para continuar el cresterío hasta el Montferrat. Tengo especial interés en escudriñar la salida del corredor de la Moskowa entre los picos Cerbillona y Central.   La primera parada es en en una de las grutas Russell, alcanzable desde el borde del glaciar, ¡curiosas estas cuevas excavadas por Russell!. Continúo hasta el Col de Cerbillona, para crestear a mi derecha (N) hasta el Pic du Clot de la Hount (3.288 m), está arista es muy expuesta, con gran patio hacia la vertiene española y el viento, ahora más fuerte, me hizo dudar el algún punto. Finalmente alcancé la cumbre sin complicaciones, vistas excelentes al Pique Longue. Desciendo de nuevo hasta el collado, donde tomo un merecido descanso para comer algo y reponerme, muy buenas vistas dominando todo el glaciar.

Llegar hasta el Montferrat supone recorrer todas las crestas que coronan el plateau del Glaciar de Ossoue, dirección sur inicialmente y E-SE a continuación. Desde el Col de Cerbillona se alcanza inicialmente el Cerbillona (3.247 m), después el Col de Lady Lyster, final del corredor de la Moskowa, para de nuevo ascender al Pic Central (3.235 m) y, desde aquí, recorrer la parte más delicada de la arista hasta el Montferrat (3.219 m) -el patio hacia la vertiente española es ... digamos que suficiente-.

En la cumbre del Montferrat me encuentro con "el francés loco", cariñosamente le he llamado así, se trata de un apuesto montañero, pero con un sentido de la orientación dudoso. Iba tras sus pasos hasta que, cerca de la cumbre del  Montferrat, nos cruzamos, él ya de vuelta. Tuvo la cortesía de acompañarme de nuevo hasta la cumbre y estuvimos charlando un rato. Mi intención era ya alcanzar de nuevo el glaciar y emprender el camino de regreso, pero, para mi sorpresa, me propuso alcanzar el Grand Tapou, próxima cumbre del cresterío y, desde allí, volver no sé por dónde. Pero lo más insólito es que tras consultar nuestros respectivos planos e intercambiar nuestros diferentes puntos de vista, yo seguí con mi idea inicial, pero él se encaminó hacia el Pic Central, volviendo sobre sus pasos, en el convencimiento de que se dirigía al Grand Tapou. No quise seguir en la porfía y me dirigí a un buen punto para alcanzar de nuevo el plateau del glaciar. ¡Suerte compañero!.

El descenso por el glaciar fue totalmente recreativo, atravesándole caprichosamente sin dirección clara. Eran ya las 15:30 de la tarde y me dirigí inicialmente a los paredones bajo la Punta Chausenque para, sin acercarme excesivamente a la pared, descender rápidamente por la máxima pendiente hasta el inicio del glaciar. He de decir que el glaciar se presentaba amable, con una superficie uniforme, bien compactada, y que en ningún momento intuí la presencia de grietas peligrosas.

Sobre las 5 de la tarde, tras casi 10 horas por las nubes,  alcanzo de nuevo el Refugio de Baysellance. Confirmo plaza para dormir esa noche, en el suelo, no hay otra opción. Y gracias, pues el vivac se presenta duro, sin tienda, aunque iba provisto de funda. Me esperan a las 7 de la tarde para cenar.

¡A las 7 de la tarde a cenar!, no contaba con esto, pero si aún me queda la guinda del pastel, el Petit Vignemale ... voy un poco justo, pero vamos allá. Son casi 400 m de desnivel que se antojan duros tras toda la jornada, pero estoy seguro que van a ser gratificantes. La cuesta cuesta, me obliga a parar en varias ocasiones a recuperar el aliento, pero tras una hora de ascensión alcanzo la cumbre del Petit Vignemale (3.032 m). Las vistas son, efectivamente, gratificantes y permiten observar una perspectiva hacia la cara norte que no se tiene desde el Vignemale y otros puntos del macizo. Imprescindible para quienes no hayan accedido por la vertiente norte de Oulettes de Gaube, sin estas vistas, resulta difícil comprender la grandiosidad del macizo del Vignemale. Retorno puntual a mi cena en Baysellance finalizando así mi día por las nubes.

 

Jornada 3 - Contrastes

31 de Julio de 2008. Para mi jornada de regreso decido madrugar, desayuno a las 5:30, preparo la mochila y estoy listo para partir sobre las 6:45. Está ya amaneciendo, por lo que resulta un momento ideal para echar un último vistazo al macizo de Monte Perdido, Gavarnie y la brecha de Rolando antes de emprender la marcha. He barajado diversas opciones para el regreso, por el puerto de Bernatuara, por el Col des Espécières, e incluso por el puerto de Bujaruelo. Elijo definitivamente alcanzar el Ibón de Bernatuara para pasar a la vertiente española de Bujaruelo, lo que resultó un acierto, además de ser el itinerario más corto.

El descenso por el valle de Ossoue es de lo más gratificante, verde y abrupto valle glaciar que deja entrever lo que un día fue el glaciar de Ossoue y que hoy, por el retroceso inevitable, ya no es. Cascadas y neveros salpican la parte alta de este valle, ya lleno de vida, aunque por estas altitudes sólo las marmotas me saludan a mi paso. Descendiendo el valles las manchas verdes esporádicas se convierten en auténticas pradería de altitud y las marmotas comienzan a compartir espacio con las vacas. En estas estamos cuando alcanzo la presa de Ossoue, punto en el que quiebro mi dirección hacia el sur para dirigirme al valle de Canau que me conducirá hasta el Ibón de Bernatuara y a la frontera española.

El valle de Canau es idílico, desde el primer momento comprendo que difícilmente hubiese podido escoger una mejor ruta de retorno. El valle es suave, verde, surcado de regatos de agua por todos lados, un paraíso para las vacas; sus praderas ascienden en suaves lomas hasta lo que se intuye al fondo que será el collado de Bernatuara.  Su travesía se presenta poco costosa y muy gratificante, como así fue finalmente. Se alcanza inicialmente la Cabaña de Lourdes, construcción blanca que destaca entre los verdes prados, para después dejarte llevar por las praderías hasta el fondo del valle y alcanzar el Puerto de Bernatuara (2.338 m). El Ibón de Bernatuara es otra de esas grandes sorpresas que no te esperas, encajado en el cresterío a más de 2.300 m resulta singular y bello, muy bello.     

Rebasado el Puerto de Bernatuara comienza el largo descenso hacia Bujaruelo siguiendo el Barranco de Sandaruelo. El contraste es brutal, esta vertiente sur se presenta árida, los prados se han tornado en hierba reseca, las marmotas y las vacas han desaparecido dando paso a las chicharras y el agua escasea, ¡qué contraste!. Este valle poco tiene que ver con el que he dejado al otro lado y, aún siendo grandioso, he de decir que me han emocionado más los valles franceses.

Desciendo rápido hasta la Plana de Sandaruelo (refugio de las cabañas eléctricas) y, desde allí por el valle de Piñarroya hasta Bujaruelo. Llego a Bujaruelo sobre las 12:30, tras 5:30 horas de recorrido, el día es espléndido y la plana de San Nicolás de Bujaruelo parece una playa mediterránea, ¡esto no son los 3000 metros donde el acceso está más condicionado!. No perdono mi baño tonificante en el río Ara, bajo el puente de Bujaruelo, frío sí, mucho, pero tonificante también, un perfecto broche final para la jornada. Sólo queda disfrutar un rato del entorno, comer, beber, reponer fuerzas e ir pensando en el camino de retorno, ... sin prisas.

 

Han sido unos días de lo más gratificantes, de grandes emociones y buenas sensaciones. Repetiré ¡seguro!, ... ¿por el corredor de la Moskowa?.

 

¡Nos vemos por las montañas!

 

Ficha técnica

Track del recorrido: descargar

Itinerario y tiempos de referencia:

• Jornada 1: San Nicolás de Bujaruelo (0 h), Col des Oulettes / Puerto de los Mulos (5 h) - Refugio de Oulettes de Gaube (6 h) - Refugio de Baysellance (8:30 h). Unas 10 horas con descansos.
• Jornada 2: Refugio de Baysellance (0 h) - Pique Longue (3:30 h)  - Cresterío Vignemale - Refugio de Baysellance (9:30 h) - Petit Vignemale (10:30 h) - Refugio de Baysellance (11:30 h)
• Jornada 3: Refugio de Baysellance (0 h) - Presa de Ossoue (2 h)  - Puerto de Bernatuara (3:30 h)  - San Nicolás de Bujaruelo (5:30 h)

Distancia total recorrida: 53 Km  (23,3 Km en jornada primera, 14 Km en jornada segunda y 16 Km en jornada tercera).

Desnivel de la ruta: 1.960 m   (Bujaruelo 1.338 m - Pique Longue 3.298 m)

Desnivel ascendido acumulado: 3.300 m aproximadamente

• Jornada 1: 1.762 m (Bujaruelo 1.338 m - Col des Oulettes 2.600 m - Refugio de Oulettes de Gaube 2.151 m - Refugio de Baysellance 2.651 m)
• Jornada 2: 1.028 m (Refugio de Baysellance 2.651 m - Pique Longue 3.298 m - Refugio de Baysellance 2.651 m - Petit Vignemale 3.032 m - Refugio de Baysellance 2.651 m)
• Jornada 3: 500 m (Refugio de Baysellance 2.651 m - Presa de Ossoue 1.834 m - Puerto de Bernatuara 2.338 m - San Nicolás de Bujaruelo 1.338 m) 

 

No hay cobertura telefónica en ningún punto, hasta llegar al puerto de Bernatuara

Perfil del recorrido

 

 Circuito Vignemale Bujaruelo en fotos

Ver slideshow en Picasa (pulsa F11 para pantalla completa)

 

El interminable valle del río Ara.

 

Puerto de Los Mulos (a la derecha), y Coll des Oulettes (izquierda), vistos desde Hourquette d´Ossoue

Col d´Arailleé y senda hacia Hourquette d´Ossoue (más a la derecha, fuera de la foto), que nos lleva al refugio de  Bayssellance. En el valle (izquierda) el refugio des Oulettes de Gaube.

 

El refugio des Oulettes de Gaube (2.151 msnm)

 

La cara Norte del macizo de Vignemale, grandiosa y espectacular. De izquierda a derecha, Petit Vignemale (3.032 m), Punta Chausenque (3.204 m) y Pique Longue o Vignemale (3.298 m)

 

Detalle del Vignemale y sus glaciares, glaciar du Petit Vignemale (izquierda) y Glaciar des Oulettes (derecha)

 

Le Couloir de Gaube, la "directa" al Vignemale.

 

Valle y lago de Gaube, desde Hourquette d´Ossoue

 

El regugio de Bayssellance (2.651 msnm)

 

Vivac en Bayssellance, en el balcón hacia Monte Perdido y Gavarnie.

 

El macizo de Monte Perdido, el circo de Gavarnie y la omnipresente Brecha de Rolando, magníficas vistas desde Bayssellance. 

 

Iniciando la ascensión al glaciar de Ossoue

 

El inmenso Plateau del Glaciar de Ossoue, en la esquina inferior izquierda se divisan al menos 5 personas.

 

Vignemale o Pique Longue, desde el cresterío hacia el Montferrat

 

...  y se agotó la batería de la cámara :-( , ... ¿y mi foto de cumbre? ... ¿y el regreso?

Otro día será.

¡Nos vemos por las montañas!