Pico Urriellu (2.519 m) por la directa de los Martínez
7 de Septiembre de 2009
Se hizo esperar “El Picu”, pero finalmente tuvimos nuestra oportunidad el pasado 7 de septiembre. Ya en Agosto de 2008 había hecho mi trabajo de campo, observando con detenimiento desde la collada Bonita las paredes Sur y Este; el pronóstico se cumplía, era sábado y ambas paredes estaban petadas de gente, especialmente la sur directa, con visibles aglomeraciones. Estaba claro, muy recomendable evitar los fines de semana, especialmente los de verano. Con esta lección aprendida elegimos el lunes 7 de septiembre de 2009 para atacar … y nos equivocamos.
El plan se fraguó rápido, tras el paréntesis del verano contacté con Raúl ¿qué, hacemos algo por Picos? … vale, yo había pensado en el Urriellu … yo también … allá vamos. En el último momento rescatamos a Julián “Crusoe” que volvía de su desaparición en la isla irlandesa; no le costó mucho convencer a Mikel. Ya estaban las dos cordadas formadas. Supimos además que algún colega vallisoletano también estaría por allí, ¡nos vemos por las montañas muchachos!.
Quedamos el domingo 6 para aproximarnos, salida temprano de Salamanca, parada en Valladolid, sobre las 12:00 me uno al equipo en Unquera y camino hacia Sotres y Pandébano. Nada más llegar a Pandébano coincidimos con Marta, Jorge, Diego y Fede, que ya se disponían a emprender ruta. Nosotros aprovechamos para comer algo y tratar de aligerar las pesadas mochilas.
Sufrí como un cabrón. El plan era idílico, que si dormir al pie del Picu, que si la noche bajo las estrellas, que si los primeros en pillar vía, que bla bla bla, que qué bonito, … pero había que llegar hasta el collado de La Celada con todos los trastos, tienda incluida, y además cargando el agua desde la vega del Urriellu. Mis atléticos compañeros lo llevaron bastante bien, o al menos se quejaron menos que yo, pero os puedo asegurar que sufrí un rato, especialmente subiendo la canal de La Celada con 6 kilos extra de agua. En el refugio hicimos paradita para cargar agua, tomar una cerveza y saludar a los colegas que habían llegado un rato antes.
El campo base. Montamos el campamento aprovechando unos vivac en el escaso terreno practicable del collado de La Celada, la tienda cupo por los pelos, pero no pudimos evitar los pedruscos del suelo. Cena ligerita hidratante (me gusta ese “cuscus” de Raúl), y a dormir bajo las estrellas, la noche animaba a ello y solo Raúl se decidió por la tienda. El entorno resultó espectacular, especialmente cuando la luna comenzó a iluminar las paredes del Picu, daban ganas de encaramarse a él bajo su tenue luz. La noche pasó, durmiendo más bien poco, y descansando lo justo para afrontar el reto del nuevo día.
Nuestro campo base a los pies del Urriellu. De izquierda a derecha, Julián, Jorge, Marta, Mikel, Diego, Fede y Raúl.
A por él. Efectivamente, nuestro tesón nos valió para colocarnos los primeros en la directa de los Martínez a eso de las 8 de la mañana, el trabajo de campo también valió para identificar fácilmente el inicio de la vía. ¿Fisura o canalizos?, yo creo que mejor por los canalizos (tubos de órgano) le dije a Julián. Sin vacilar atacó Julián el primer largo, alguna protección en los primeros metros y nada en los tubos de órgano, pero estoy seguro que algún friend mediano entra. Pasito de confianza con pocos agarres en los tubos y ya estamos cerca del nicho de la primera reunión (unos 15m, IV+). Le seguimos Raúl y yo.
Hasta aquí bien, pero ya había llegado a pie de vía el guía salmantino con sus clientes, que empezaba a impacientarse. Y no estuvo bien muchacho, eso de atropellar a Raúl al inicio del segundo largo, pasarle literalmente por encima sin ni siquiera pedirle permiso, enredarle con tus cuerdas con riesgo de montar un buen tinglao, eso no estuvo bien, hay que ser profesional para lo uno y para lo otro. En fin, sigamos con la parte positiva, que todavía será culpa nuestra por no haber elegido el 30 de febrero.
El segundo largo (40m, IV) supone salir hacia la derecha del nicho hasta encontrar los agarres de nuevos canalizos y ascender en vertical por el terreno más evidente, encontraremos algún clavo, puentes de roca y aseguramiento para friends y fisureros. Ese largo nos deja en la gran terraza de mitad de la pared a los pies de un diedro.
En el primer largo, Raúl justo antes del paso de los tubos de órgano, Mikel en el nicho de la primera reunión y Julián en el segundo largo.
En el tercer largo fui de primero, es un largo de unos 25 m (III+), fácil y fácil de proteger, que te sitúa por encima del diedro en la tercera reunión.
Julián en la segunda reunión. El tercer largo, facilito, transcurre hasta superar el marcado diedro.
El cuarto largo (30 m, IV+) vuelve a ser un monográfico de canalizos, bien marcados al principio, para ir desapareciendo en la parte más alta con un paso más delicado (hay un clavo bajo el paso). En este largo fueron muy útiles las indicaciones de otro guía, un tío legal y correcto, que me ayudó a descubrir algún puente de roca. Debo confesar que utilicé un puente de roca de grosor inferior a un cigarrillo, a Raúl no le convenció mucho, a mí tampoco, afortunadamente no experimentamos si aguantaba o no.
Julián “Crusoe” con perspectiva al cuarto largo, con canalizos, muy entretenidos.
Quinto largo (40 m, III). En realidad es una trepada por canalizos y gradas de menos inclinación. Aproveché para practicar adherencia, sin tocar ni un solo canalizo, que a estas alturas estaban los pies ya bien machacaditos.
El nicho del último largo (R5), en este punto dejamos las cuerdas.
Y la trepada por la canal hacia la cresta cimera.
Finalizado el quinto largo, seguimos trepando por una canal a nuestra izquierda hasta la cresta cimera y por ella hasta la cumbre donde nos encontrarnos con la ansiada Virgen de las Nieves que elevé un poco más hacia el cielo. Nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar de la cumbre y de las magníficas vistas de Picos, en un espléndido día.
¡Por fin! nuestra deseada cumbre. Rodrigo, Mikel, Raúl y Julián.
La Virgen de las Nieves un poco más cerca del cielo
Descendimos en tres rápeles de 60 m por la instalación paralela a las reuniones de la vía. Ya abajo, en nuestro campo base, coincidimos de nuevo con las dos cordadas vallisoletanas. Todos nos felicitamos por nuestra primera ascensión al Urriellu y compartimos muy buenas sensaciones.
Primer rápel desde el anfiteatro, … había peña por aquí.
Último rápel, aún hay gente subiendo.
Tras breves deliberaciones sobre los planes para el día siguiente, decidí descender esa misma tarde, pero Julián, Raúl y Mikel se quedaron con un claro objetivo fijado: La Cepeda. La vía es más durilla, espero que nos cuenten …
… Al día siguiente Raúl comentaba de la Cepeda:
“La Cepeda muy bonita y muy cañera, hicimos hasta donde empalma la línea de descuelgues con la vía (casi arriba, antes de la travesía lateral hacia la izquierda).
El señor Julián se marco unos pasos de la leche, todavía no me imagino donde pudo poner los pies y las manos!!
Eso si, el que dio grado a la vía debe ser vasco. Si se quiere continuar por el paso "rompetobillos" (para salir a la sur por el ojal, ya que los 2 largos originales que faltan para terminar la Cepeda están muy descompuestos) debe salir mínimo 6a de lo pulida que está la piedra, por lo que nos ha comentado la gente, ese paso se suele hacer en artificial, para seguir conservando los tobillos!!”
Reseñas y croquis:
Picoseuropa.net: Cara Sur Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes)
El Maquis: Picu Urriellu, Directa de los Martínez
Croquis cortesía de “El Maquis”
Y unas fotos de la Cepeda, ahora mi asignatura pendiente. Hemos quedado en practicar un poco en caliza para subir grado y hacerla del tirón y disfrutando.
Primeros largos de la Cepeda.
En la reunión sobre la “Y”, equipada con clavos.
¡Nos vemos por Las Montañas!
Rodrigo G.
1 comentario:
Con un reportero así en nuestras aventuras da gusto. Me encanta este rinconcito de Internet por el que de vez en cuando me paso a recordar cosillas y evadirme un poco de las duras jornadas laborales.
Saludos
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