lunes, 18 de julio de 2011

La Dama de Castilla se dejó seducir

Hoy por fin me he decidido a publicar este relato, tras un año esperando la corrección literaria por parte de mi editora.


18 de Julio de 2010

Me había fijado en ti, Dama de Castilla, tanto desde la distancia del balcón de mis sueños, como desde la complicidad del roce cercano que produce escalofrío, pero tú nunca me hiciste caso.

Tu belleza me atraía irresistiblemente, tu hechizo me cautivaba, día tras día soñaba contigo. ¡Tienes que ser mía! me dije.

El pasado 20 de Junio te había contemplado desde la distancia, majestuosa, soberbia, ondeando tus cabellos vaporosos al viento, simplemente bella. No me atreví, hoy no es el día me dije, pero sé que pronto volveremos a vernos.

Fiel a mi promesa, pasadas cuatro semanas, decidí de nuevo ir a tu encuentro, empujado por esa perturbadora atracción que ejerces sobre mí, con la determinación de quién busca una primera cita.

Te encontré, como siempre, imperturbablemente bella. Ya, junto a ti, la timidez se apoderó de mí, venciéndola, me acerqué dubitativo hasta esa distancia en la que ya podía olerte, sentirte, pero aún tenía que dar un paso más. Di ese paso y nos miramos cara a cara durante segundos interminables, adiviné una mirada de complicidad correspondida.

Con el impulso da la excitación del momento comprendí que tenía ante mí la oportunidad de descubrir tus más íntimos secretos, esos que durante tanto tiempo me habías ocultado. Sé que tendré que darlo todo, tendré que entregarme, pero lo haré gustosamente.

Tu suave piel estaba fría, como recorrida por un escalofrío, me pregunté si sería en respuesta a mis primeras caricias, no lo creo. Continué recorriéndote con suaves caricias para no perturbar tu serenidad, alcancé tu falda, ardo de deseos por descubrir que hay tras ella, llegué a tu cintura, el aliento me falta, necesito un respiro. Continúo deslizándome por tus más ocultos recovecos hasta alcanzar tu cuello en el que me recreé y me tomé de nuevo un respiro antes de alcanzar la miel de tus labios.

Con esa perversidad de saberte deseada aún te resististe y me lo pusiste difícil, pero, cuando por fin nos miramos fijamente a los ojos, su brillo te delató y supe que el momento había llegado, ¡por fin serás mía! Dama de Castilla.

Nuestro encuentro fue breve y apasionado como el del amante deseoso que encuentra a su amada tras larga ausencia. Disfruté de ella,entregada sin límites. Decidimos conservar el hechizo de este encuentro y no quedamos para un próxima vez, dejando al azar de la vida que nuestros destinos volviesen a encontrarse.

Comprendí finalmente que ella nunca sería mía, yo fui de ella por un breve espacio de tiempo, el que ella dispuso, que me permitió disfrutar de sus más ocultos encantos. Mientras nosotros envejecemos con el paso del tiempo, ella permanecerá eternamente joven, seduciendo a otros muchos como yo.

Una aventura solo a la Torre Santa de Castilla por la canal estrecha.


¡ Nos vemos por las montañas !

Rodrigo G.


La Dama de Castilla en fotos.

Torre Santa de Castilla o Peña Santa, 2.596 msnm.

La Dama de Castilla , cara sur, 20 de Junio de 2010. La seducción comienza aquí.

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La Dama de Castilla, cara norte, 18 de Julio de 2010. Hoy es el día.

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Adentrándome por tus más estrechas hendiduras para descubrir tus más íntimos recovecos.

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Me recreo en tu cuello, todavía te vas a resistir, me lo pusiste difícil.

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Por fin, cara a cara, pude ver el hechizo de tus ojos.

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Tu espalda me ofrece otros placeres que hoy no me atrevo a disfrutar. La seducción continúa.

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