sábado, 10 de septiembre de 2016

Vía Mari Paz al Risco Gordo de Villarejo

Actividad realizada el 10 de Septiembre de 2016

Ya habíamos probado con anterioridad la roca de Villarejo, con una breve incursión al Espolón Gabriel Martín a la Cara Este de Punta Amparo (dificultad máxima V+ chapado, y con posibilidad de acerar).

Nos gustó el entorno, la roca, y la aproximación no demasiado costosa, así que fuimos a probar una vía más potente, con la intención de echar el día en ella. La elegida fue la Vía Mari Paz a la cara noroeste del Risco Gordo de Villarejo, una vía de corte clásico, la primera que se abrió en los Riscos de Villarejo, fue abierta en Abril de 1976 por Santiago Pino, Carlos Avellano, Javier Avellano y Luis Martín.

Se trata de una vía de 6 largos y 220 m, de grado bastante mantenido, y una dificultad máxima de 6a, aunque veremos V+ o incluso V en algunas reseñas. Sobre el grado haré algunas disquisiciones más adelante. Las reuniones están equipadas, y el descenso es por una línea de rápeles que siguen una canal a la derecha de la vía, con algunos tramos volados.  Para situar la vía en la pared, buscaremos un característico árbol bajo el cual está la primera reunión, un hito marca la entrada a la vía que progresa inicialmente por un espolón.

Nos resultó una vía muy dura, de las de emplearse al fondo, resultando más fáciles y llevaderos los tres primeros largos, hasta la gran terraza de R3. El cuarto largo resulta ya más exigente, muy mantenido en grado (V+). El quinto largo no da tregua, concentra todas las emociones, y es el que resulta más exigente, V+ mantenido, con paso de 6a ó V+/A0 obligado. Todavía el sexto y último largo comienza cañero, con V+, tumbándose algo en el último tercio antes de R6.

 
Más fotos en la descripción lago a largo.
Puedes ver todas las fotos de la aventura en
este álbum.

Yo dividiría esta vía en dos secciones claramente diferenciadas, y físicamente divididas por la gran terraza en la que se sitúa R3, que bien puede servir para montar un cómodo campamento si se quiere pasar la noche en la pared. Los primeros tres largos son tratables, entretenidos, buscando el terreno más evidente, con buenos agarres y aseguramiento, y posibilidad de variantes en algunos tramos. Los segundos tres largos son de poner bien las pilas, suben de grado, el grado es sostenido, y algunos pasos en los que hay que emplearse a fondo, tirando de lo que se tiene a mano, acero incluido.

Croquis:
Un croquis de calidad, sobre foto, puede encontrarse en Via Clásica (www.viaclasica.com). Al final adjunto otro par de croquis, dibujados, uno de ellos muy útil y práctico.

Descargar el croquis de viaclasica.com en PDF.

 

Largo a largo, subjetivo:
Trato de recoger aquí mi (nuestra) experiencia personal largo a largo. Menciono lo de “subjetivo” porque este tipo de apreciaciones lo son. En mi caso, considérese la perspectiva de alguien que, en escalda clásica, va relativamente cómodo por debajo de V, tiene que pelearse con algún tipo de V, se le puede atragantar algún V+, y grado superior “por encima de nuestras posibilidades” como dijo el compañero.

Aún con todo, la vía salió, le dedicamos buena parte del día, de 10 a 20 aproximadamente, pero salió.

Largo 1: 30m (máximo V)
El comienzo de la vía es por un espolón que, una vez superado, en travesía a la izquierda, nos lleva al característico árbol bajo el que se sitúa la primera reunión. Clavo a mitad del recorrido.
Este largo lo hice de primero, me resultó bastante tratable, con posibilidades para agarres y aseguramiento, aunque el terreno es algo descompuesto. Atención a los bloques sueltos, los hay especialmente en este largo, y los encontramos en otros puntos a lo largo de la vía.  La reunión, que encontramos bajo el árbol, tras dejar atrás la línea de rápeles, tiene una chapa, pero se puede reforzar sin problemas.
Con este buen comienzo, parecía que la vía iba a ser disfrutona, y que se iba a dejar tratar.

En el primer largo, no habré llegado aún al clavo.

Próximo a la travesía bajo el techo. El arbol característico a la izquierda.

Largo 2: 25m (máximo V)
Para iniciar este largo es necesario destrepar unos metros, afortunadamente es terreno fácil y no es necesario hacer péndulo –que no recordaría cómo hacerlo-. Se progresa por terreno tratable, diedro-fisura inicialmente (clavo), con tendencia a nuestra izquierda, hasta alcanzar  la R2 (dos chapas) en una repisa. Para facilitar la trayectoria de las cuerdas, trata de poner el primer seguro alto, a la altura de la reunión o por encima, nosotros usamos el clavo como primer seguro, quitando alguno intermedio puesto más abajo.

En el destrepe de comienzo del segundo largo. ¡Atención al péndulo!.

Por aquí asoma Jaime a mitad del segundo largo.

Y ya llegando a R2 en flanqueo a la izquierda.

Rodrigo llegando a R2. Y Oto bien recogido abajo, con su bebedero.

Largo 3: 45m (máximo V)
Se progresa por el terreno más evidente, aprovechando las fracturas del terreno, hasta llegar a la gran terraza en la que se encuentra R3 (Chapa y spits adicionales).  Desde esta terraza se aprecia en toda su dimensión el gran diedro que marca esta segunda parte de la pared, pero que no escalaremos propiamente, dado que esta vía continua por una fisuras / chimenea a la izquierda del diedro.

Largo 3, bastante vertical. Los de abajo estamos en R2.

En el tramo final del largo 3, justo antes de la gran terraza de R3.

 

Largo 4: 40m (V+ sostenido)
Aquí comienza la fiesta de verdad, el terreno cambia, ya se ve menos amable, más vertical, con menos posibilidades, y con más dificultades. A partir de aquí nos tocó negociar cada metro, y tirar de todos los recursos disponibles para superarlos –y cuando digo todos, son todos-. Para el inicio del largo existen varias posibilidades, placa, o fisura a la izquierda, todas las alternativas confluyen bajo una laja que se supera en bavaresa para alcanzar R4 en la repisa superior.

Desde R4, sobre la bavaresa. Se aprecia todo el trazado de L4 desde la gran terraza.

Jaime ya próximo a la bavaresa.

Y aquí lidiando con la bavaresa.

Rodrigo justo antes de la bavaresa.

Y ahora peleando con ella. ¡Ufff!

Desde R3, con Julián en R4 y Jaime en la bavaresa. Se aprecia la majestuosidad del diedro.

Largo 5: 40m (V+ sostenido, pasos 6a)
Este es el largo estrella, lo tiene todo, y todo concentrado, sin concesiones en ningún momento. Comienzo cañero por diedro – fisura, que hay que abandonar en un paso de fe –no hay agarres- hacia la fisura grande a la izquierda, fisura off-width, que a su vez hay que abandonar cuando se cierra, para pasar al “espolón de setitas” -según lo denominan algunas reseñas-, aéreo y con escasez de todo. Todo ello para llegar a la reunión R5, por encima de un techito, incómoda, en la que apenas hay espacio, y prácticamente tienes que estar colgado.
En este largo Julián se empleó a fondo, resultando el punto decisivo la superación del espolón, hubo dudas, hubo que recurrir a artificios, pero finalmente lo superó. Tiró de artificial, colocando inicialmente un estribo colgado de una de las setas, después aún hubo algún paso más con uña y estribo hasta que finalmente consiguió situarse por encima del techito que da acceso a la reunión.
Yo particularmente, de segundo, comencé mis penurias en el paso de fe para cambiar del diedro a la fisura ancha, continuaron con la superación de la fisura, acerando donde podía, y llegando al bloqueo en el cambio al “espolón de setitas”. Lo superé con ayuda de estribo y tirando de acero todo lo que pude. Acabé exhausto, me faltaba fuerza para seguir tirando de brazos.

L5, el largo clave de la vía. Se pueden ver los cambios del diedro a la fisura off-width, y de esta al espolón liso de la izquierda.

Vistas de L5 desde R5.

Jaime iniciando el L5.

Llegando al punto del cambio de fisura. Julián sobre el techito, en R5, una vez superadas las dificultades de este largo.

En el paso de fe para cambiar a la fisura off-width.

Ya empotrado en la fisura. A continuación hay que abandonarla y subir por el murete de la izquierda, el “espolón de setitas” (6a).

Ahora visto desde R5. Rodrigo empotrado en la fisura off-width.

Ya en el “espolón de setitas”, tratando de ver cómo se digiere esto.

Me costó digerirlo, aquí si no estoy ya con el estribo debe faltar poco.

 

Largo 6: 40m (máximo V+)
Parecía que ya estaba, pero no, hasta el rabo todo es toro. Aún queda un tramo muy vertical bastante cañero, siguiendo inicialmente una fisura ancha. En el último tercio ya tumba algo, y baja la exigencia ya próximos a la última reunión R6.

Rodrigo llegando a R6, en el último tramo de la vía, ya tumba algo.

Y Jaime llegando a R6 en libre total –ni caso, es un efecto óptico-

Y aquí “el jefe”, el que más curró y el que menos sale en las fotos. ¡Gracias Julián!.

Merecido descanso en el final de vía …

… con esa aguja de fondo, que debe ser la Punta del Boquerón, ¿a que tiene buena pinta?.

 

Descenso
Para localizar la línea de rápeles de descenso hay que buscarlos a nuestra derecha (hitado), destrepando a una pequeña canal y ascendiendo al hombro opuesto. La línea de rápeles sigue una canal por la que evacúa el agua la pared, en algunas zonas húmeda aún en verano. Son cuatro rápeles que no resultan cómodos a pesar del atractivo del vuelo en dos de ellos, lo que se convierte en un inconveniente insalvable en el caso que se te enganche la cuerda arriba. Atraviesan repisas con bloques sueltos, con riesgo de hacerlos caer al recoger la cuerda. Nosotros vivimos este riesgo, pues la cuerda quedó enganchada en una de estas repisas con bloques sueltos, conseguimos recuperarla tras varios intentos, pero tuvimos tiempo suficiente para empezar a verlo bastante negro.

Segundo rápel, volado.

Tercer rápel, volado.

 

Sobre el grado de la vía
Veamos el croquis y reseña siguientes. ¿Fácil verdad?, una vía de V.
… Yo los V me los como todos…, pero ojo, éste a lo mejor se te atraganta. image_thumb34.- MARI PAZ. (MD 220m)
1ª asc.: 25 de Abril de 1976 por Santiago Pino, Carlos Avellano, Javier Arellano y Luis Martín.
Esta es, cronológicamente, la primera vía que se abrió en los Riscos de Villarejo, de corte clásico, muy bonita y entretenida.
Dificultad máxima: V.
Material necesario: cuerda de 45 m, fisureros y friends.
Descenso: el mismo que para todas las vías de la cara noroeste.

 

No he identificado el libro en el que se publicó, pero probablemente se trate de un libro de hace bastantes años en lo que todo lo que se escalaba acababa siendo V, o V duro (un V+ que decimos ahora). Pero viéndolo más en detalle, en otro croquis más moderno (este creo que es del libro “RISCOS DE VILLAREJO”, de Chema Mancebo, Gabriel Martín, publicado en 2013), vemos abundantes V+ y algún paso 6a. Esto si cabe, añade un mérito adicional a estos aperturistas que se aventuraban por la pared, buscando los mejores y más bonitos trazados para progresar, hasta conseguir superarla por esas líneas que ahora tanto repetimos, valorando la dificultad (el grado) con un modesto V, a veces con el calificativo de duro.

Croquis_Villarejo_risco_Gordo_N5

¡Nos vemos por las montañas!

1 comentario:

Julian dijo...

Muy buena explicación y muy buen reportaje.
Lo de escalando por encima de nuestra posibilidades lo resume todo, o al menos el largo 5º. Habrá que ponerse más fuerte antes de meternos en un fregao similar.