Nos vemos por las montañas: Esquiando por las agujas de Cardaño

13 de Marzo de 2010

Aproveché el sábado 13 de marzo para darme un homenaje de cumpleaños por La Palentina, en realidad mi cumpleaños es el 14 pero para ese día tenía ya otros planes.

Me apetecía visitar el Pozo de Las Lomas y el circo de las Agujas de Cardaño y, depende como lo viese, subir hasta el Tres Provincias. El día resultó a medias, nublado, nieve, pero la grandeza de esta zona lo compensó.

La Montaña Palentina estaba impresionante, muy cargada de nieve y muy bonita. Si te decides a visitarla no te dejará indiferente, tanto si lo haces ahora con su manto blanco, como si esperas a Mayo a que las laderas se tapicen del amarillo característico de la flor de la retama, conviviendo con los neveros que este año aguantarán hasta bien entrada la primavera.

Pero atención, estos días la montaña estaba bonita, pero también peligrosa, vi muchas cornisas, un gran alud de placa en la zona del Cuartas, el Espigüete cargadísimo, amenazante, y la normal del Curavacas por el Callejo Grande estaba totalmente barrida por otro alud que partía desde lo alto.

Hacia el Pozo de La Lomas. Partí con sol de Cardaño de Arriba sobre las 9:30, apuntando a un día mejor de lo que las previsiones indicaban. Porté los esquís durante unos 40 mn, pasado el desvío al Collado del Ves ya había nieve continua y se podía foquear. La ascensión fue rápida, sobre las 11:45 ya estaba asomándome al pozo de Las Lomas, desaparecido bajo la inmensa cantidad de nieve acumulada en el hoyo. El espectáculo resultó sobrecogedor, pensé si encontraría el belén que todas las navidades dejan en las inmediaciones del pozo, creo que no, debe estar bajo varios metros de nieve.

Entre las agujas. Entre nevadas y tímidos rayos de sol que muy de vez en cuando conseguían penetrar el cielo gris avancé hasta el corredor entre las Agujas de Cardaño, aquí calcé crampones y, poco a poco, fui ascendiendo. La cantidad de nieve acumulada hacía que la pendiente fuese muy regular, nieve dura en algunos puntos combinando con profunda en otros. Llegué al Alto de Fuentes Carrionas sobre las 13:45, aquí ya estaba entre las nubes con visibilidad nula, así que me planteé el descenso, pero, ¿por donde?, e ahí el dilema. La idea inicial era bajar desde lo Alto del Tío Celestino por su amplia pala, según me acercaba a las agujas había visto un corredor a su izquierda con buena trazada que podría ser otra opción, pero con visibilidad nula se me antojaba comprometido crestear hasta el punto de descenso.

Esquiando por el corredor de las agujas. En estas deliberaciones me encontraba cuando recordé la sabiduría popular de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” y me decidí a bajar por el corredor por el que había subido entre las agujas. Es algo que no me había planteado y que descartaría en condiciones normales, por su pendiente y exposición, pero viendo en la subida que la condiciones eran bastante buenas, me animé. Aprovechando un claro me lancé, los primeros giros en la parte más estrecha perfectos, después la pala es amplia, pero la nieve cambiante de dura a profunda me jugó alguna mala pasada (sin consecuencias); el último tercio tiene algún tramo más pindio, pero sin problemas descendí hasta el fondo del circo.

El descenso, pasado el Pozo de Las Lomas, lo realicé por las laderas del Cuartas y Las Guadañas, bien cargaditas de nieve, para enlazar en el puente con el itinerario de subida. Sobre las 16:00 estaba de nuevo en Cardaño de Arriba donde comenzó de nuevo a nevar.

La tarde la completé con una paradita en El Abuelo de Camporredondo de Alba para reponerme. Desde aquí por mi camino preferido a Triollo y Vidrieros a ver el Curavacas, y vuelta a casa.

Acabé muy satisfecho del día a pesar de las inclemencias, y especialmente de mi descenso por el corredor de las agujas. Como auto homenaje, por aquí dejo alguna cutre-foto hecha con el móvil.

Feliz cumpleaños Rodrigo.

¡ Nos vemos por las montañas!

Jodida perspectiva, parece que no es nada.