sábado, 21 de julio de 2018

MTB a mi ritmo 2018: Trans Cantábrica Vidrieros – Fuente Dé – Besande – Vidrieros.

Actividad realizada los días 19, 20 y 21 de Julio de 2018

Mi primera experiencia Trans Cantábrica. Me permitiréis denominarla Trans Cantábrica, dado que atravesé la cordillera unas cuantas veces, al menos por tres puntos, Puertos de Riofrío entre Palencia y Cantabria, Collado de Llesba – Puerto de San Glorio entre León y Cantabria, Collado de Remoña entre Cantabria y León, y Collado de La Cruz Armada entre León y Palencia. Se trata de pasar al otro lado de la Cordillera Cantábrica desde la Meseta, y volver, una Trans Cantábrica de Sur a Norte en toda regla, aunque a la que habitualmente se llama así la recorre de Oeste a Este.

Todo comenzó hace ya años por el interés de conocer la cara Norte del Curavacas, recorriendo el Valle de Pineda y, ya de paso, cruzar la Cordillera por los Puertos de Riofrío. Planificando la ruta me dije, ya puestos, ¿por que no algo mas?, y de ahí salió una propuesta un tanto ambiciosa, ciertamente exploratoria, dado que el 100% del recorrido resultaba desconocido para mí. Finalmente, por un cúmulo de circunstancias, quedó en algo menos ambicioso, como contaré a continuación.

El recorrido planificado inicialmente:
Unos 300Km en un mínimo de  4 días, 5 si todo iba normal, menos si abandono, más si divido etapas.
Etapa 1: Vidrieros - Pozo Curavacas - Ledantes - San Glorio – Collado Llesba - Cosgaya - Fuente Dé.  Recorrido 70 Km, ascenso 2.500 m.
Etapa 2: Fuente Dé - Cabén de Remoña - Santa Marina Valdeon - Vegabaño - Oseja de Sajambre. Recorrido 36,55 Km, ascenso 1.660 m.
Etapa 3: Oseja de Sajambre - Pío - Collada Campa - Arcenorio - La Uña – Maraña. Recorrido 27,2 Km, ascenso 1.430 m.
Alternativa Etapa 3a: Oseja de Sajambre - Panderrueda - Pontón - Polvoredo - La Uña – Maraña. Recorrido 36,5 Km, ascenso 1.650 m.
Etapa 4: Maraña - Riaño - Boca de Huérgano. Recorrido 53,3 Km, ascenso 2.150 m.
Etapa 5: Boca Huérgano - Prioro - Valverde de La Sierra - Camporredondo Alba - Valsurbio - Triollo – Vidrieros. Recorrido 72,6 Km, ascenso 1.900 m.

Y lo que salió finalmente:
Unos 158 Km en tres etapas, con menos ascenso y más carretera de lo inicialmente previsto.
Etapa 1: Vidrieros - Pozo Curavacas - Ledantes - San Glorio – Collado Llesba - Cosgaya - Espinama.  Recorrido 65,4 Km, ascenso 2.100 m, descenso 2.540 m.
Etapa 2: De Espinama a Besande por Collado Remoña y Puerto Pandetrave. Recorrido 52 Km, ascenso 1.200 m, descenso 780 m.
Etapa 3: De Besande a Vidrieros por Collado Cruz Armada y Valle de Santa Eufemia. Recorrido 40 Km, ascenso 960 m, descenso 915 m.
Puedes acceder a las rutas en Wikiloc siguiendo los enlaces. 

Las circunstancias meteorológicas resultaron determinantes para variar el recorrido inicialmente planificado, aunque también influyeron la dureza de la ruta y mis propias condiciones físicas en esos días.

Etapa 1 – De Vidrieros a Espinama

En el Chozo del Ves, próximo al Pozo Curavacas.Cara Norte Curavacas.Más fotos en Wikiloc.

Llegué el miércoles ya tarde a Vidrieros, en Triollo me salté el Mesón Albergue Curavacas, por lo que finalmente pernocté en el coche. Esto me facilitaría arrancar temprano al día siguiente. A eso de las 8 de la mañana estaba ya en marcha, con bastante fresco y rocío intenso que humedecía todo.

El primer día fue el más se ajustó a lo previsto, con final para pernoctar en Espinama. Esta jornada me resultó totalmente satisfactoria, disfrutando del Valle de Pineda, de la cara norte del Curavacas, y del Pozo Curavacas, hasta el que ascendí en bicicleta. Mucho agua en el Valle de Pineda, una desbordante naturaleza, numerosos arroyos pletóricos en esta año lluvioso, con todo ello, subiendo los Puertos de Riofrío, ya iba con el calzado totalmente mojado.

El descenso hasta Ledantes potente, con tramos bien empinados, de los que no apetece nada subir. Comenzó a torcerse el día ya pasado Ledantes, por el camino que lleva a San Glorio, niebla húmeda, lluvia y caminos embarrados, especialmente en los bosques en cara norte. En vez de salir a la carretera de San Glorio a la primera oportunidad, traté de continuar por camino lo que resultó un error. Existe camino, pero resultó intransitable con bici, embarrado, con hoyos y pisadas de animales por todos sitios, me tocó empujar unos cuantos kilómetros, lo que me supuso una importante penalización en esfuerzo y tiempo. Salí a la carretera por la segunda opción posible, menos mal, pues la idea inicial era no tocar la carretera más que para cruzarla.

Niebla húmeda, viento y frío en el Collado de Llesba y Puerto de San Glorio. El descenso hasta Cosgaya, muy largo, mucho desnivel, y de los que tampoco apetece remontar. Aquí ya llovía en condiciones, lo que se anunció inicialmente como tormentas dispersas se había convertido en lluvia continua sin apariencia de despejar. Llegué a Cosgaya bien embarrado, bastante calado, y con la bici recubierta de merengue marrón mezcla de barro y excrementos de animales. ¡Estamos en zona ganadera señores!, por aquí las vacas y otros animales campan a sus anchas. Me encontré mucha vaca Tudanca, esa raza autóctona que tanto admiro.

Aún así, y como prefiero evitar la carretera de Fuente Dé, me decidí a enlazar Cosgaya con Espinama por camino. Esto supone duplicar el recorrido y meterte unos cuantos metros de desnivel extra, un precio justo por transitar por este magnífico bosque en el que predominan las hayas. La lluvia arreció con lo que acabé de completar la gran calada. Al llegar a Espinama lo primero que hice fue buscar una manquera para desembarrar la bici, la encontré en el pilón del pueblo, una opción muy práctica. Después, una vez instalado en el Hostal Remoña, me tocó limpiarme a mí.

Etapa 2 – De Espinama a Besande

Las previsiones meteorológicas para este día no eran buenas, lluvia segura en toda la vertiente norte de la cordillera Cantábrica, y alta probabilidad en la vertiente sur. Amaneció lloviendo, con lo que me dí de margen hasta el Collado de Remoña para variar definitivamente el plan inicial.

Me levanté además fatal, sin apenas descansar, la copiosa cena de la noche anterior había pasado factura, mi sistema digestivo no iba nada confortable, sabía que iba a resultar duro el día. 

El ascenso hasta el Collado de Remoña, resultó duro, con algunas rampas fuertes en las que preferí echar pie a tierra para no despilfarrar fuerzas. No paró de llover, con mayor o menor intensidad, por lo que la decisión estaba tomada, en vez de descender a Santa Marina de Valdeón, como estaba previsto inicialmente, me escaparé al Puerto de Pandetrave, y ya por carretera, pasaré a la vertiente sur.

La primera parada fue en Portilla de La Reina. Tras el largo descenso me quedé frío, llegué tiritando, un café con leche caliente y unos rayos de sol que aún se colaban no consiguieron reconfortarme. Decidí continuar por carretera más al sur, pues ya estaba entrando también lluvia a Portilla de la Reina. La siguiente parada fue en Boca de Huérgano donde paré a comer algo rápido. Aquí ya no llovía, se notaba una mejor temperatura, y los rayos de sol resultaron muy reconfortantes, conseguí recuperar la temperatura corporal.

Estuve dándole vueltas a pernoctar en Boca de Huérgano y completar la última de las etapas previstas inicialmente, pero era también una etapa larga y dura, y, con una ventana de tregua de climatología solo por la mañana, me pareció que me iba a resultar demasiado dura dadas mis condiciones. Con todo ello decidí seguir avanzando por carretara, dirección Velilla de Río Carrión, ya vería hasta dónde, dado que tampoco hay opciones para pernoctar. La nube negra me perseguía amenazadora, a la altura de Valverde de La Sierra comprobé que en los collados del Espigüete, por donde debería seguir si dejaba la carretera estaba metida una tormenta con lluvia que parecía abundante. Decidí desestimar la continuidad por camino, y continué por carretera hasta Besande. En Besande, para sorpresa mía me encontré que podía pernoctar en Casa San Besande. Me replanteé la situación y finalmente decidí que era un buen punto para parar, descansar, y tratar de aprovechar la ventana de buen tiempo de la mañana siguiente para hacer el resto de ruta hasta Vidrieros.

Etapa 3 – De Besande a Vidrieros

Llegando al Collado de la Cruz Armada. El Espigüete imponente. Más fotos en Wikiloc.

Con buena parte de la tarde libre, me dediqué a pasear por el entorno de Besande, estaba bonito, mucho verde, agua abundante, y cielo bastante despejado. Descansé lo que pude, que no fue mucho, jaleo hasta altas horas en el bar, y digestión de nuevo complicada, que apuntaba a un nuevo día poco confortable.

Salí de Besande, ya por camino, hacia Valverde de la Sierra, allí toca enlazar con el camino que asciende hasta la La Collada (SO). Para mi sorpresa este camino se pierde en las praderías bastante antes de llegar a La Collada, transitando por terrenos herbosos con pocas marcas del sendero. De nuevo acabé con los pies calados por el abundante rocío recogido por la hierba. Más sorpresas, llegado un punto, ya cercano a La Collada, me cerró el paso una muralla de tupido piorno por el que a duras penas los animales habían entreabierto algún paso. Flanquear esta muralla natural con la bicicleta no resultó nada fácil, más tarde me enteraría que además salí con menos peso del que entré …

Continúa ahora la ruta por la divisoria, por camino más o menos marcado, hasta alcanzar el Collado de la Cruz Armada. Lo que parece una suave loma, no lo es tanto, se van superando sucesivas ondulaciones alguna de ellas con notables pendientes. Alcanzado el collado de La Cruz Armada, se presentan varias opciones de descenso, hacia Cardaño de Abajo flanqueando la ladera sur del Espigüete, hacia Cardaño de Abajo alcanzando el fondo del valle de Río Chico, o hacia Camporredondo de Alba, opción elegida para seguir enlazando con caminos hasta Triollo.

Ya comenzado el descenso, en el desvío hacia Cardaño por el valle de Río Chico o Camporredondo de Alba, me di cuenta del motivo por el que salí con menos peso tras atravesar la barrera de piornos, ¡había perdido el goretex que llevaba atado en el exterior de la mochila!. Shit!, ¡merde!, ¡mierda!, ¡qué marrón!. Me toca tomar una decisión, lo abandono o vuelvo a por él, es casi seguro que no lo encontraré antes de La Collada. Decido regresar, esto me va a penalizar, en tiempo y esfuerzo, y el día no está ya muy estable, nubarrones cada vez más próximos amenazan.  Unos 4 Km para atrás, y ¡ahí está!, recorrí el piornal en sentido inverso, no resultó muy difícil encontrarlo, ahí estaba el goretex rojo enganchado en unas ramas, bien visible. Toca volver de de nuevo hasta el Collado de la Cruz Armada.

El descenso hasta Camporredondo de Alba es largo, alternando tramos de puro descenso con otros más tumbados. La ruta inicial planteaba ascender hasta Valsurbio y al alto de la Cruz de Valsurbio, pero, dadas las circunstancias, lo avanzado del día, y la posibilidad de lluvia, decido abreviar por la alternativa más sosegada del Camino Real de Camporredondo de Alba a La Lastra (tramo del GR-1). Había recorrido este tramo en coche varias veces, y lo recordaba bastante plano, pero la memoria es frágil, y de plano nada, toca ascender unos cuantos metros y superar alguna vaguada. Aún con todo se llega bastante cómodo a Triollo y, desde allí, carretera a Vidrieros

Con todo ello, aún llegué a la hora de comer  a Vidrieros. Sábado, muchos visitantes ese día en Vidrieros, nada que ver con la soledad que me encontré el miércoles anterior.

Mi personal homenaje. Como me gusta darme algún homenaje tras estas aventuras, y habida cuenta de la alta estima que tengo a las carnes de esta comarca, lo celebré con una buena chuleta de ternera en el Mesón  El Molino de Vidrieros, buena carne, sin duda.

Todas las fotos de actividad en Wikiloc: Etapa 1, Etapa 2, Etapa 3.

Nota: No hay fotos de la Etapa 2, día demasiado adverso en lo meteorológico.

¡ Nos vemos por las montañas !

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